El primer encuentro con una persona está plagado de impresiones.
La indumentaria, el tono de voz, el perfume, el apretón de manos, los gestos, todo, absolutamente todo deja una huella profunda y única muy difícil de modificar.
Por eso, esos primeros segundos tan valiosos, son estratégicos para quienes se dedican a los negocios. En todos los rubros, desde cualquier actividad minorista hasta en las grandes corporaciones, el lenguaje corporal cuenta.
Si el interés está puesto en la venta y los negocios, lo primero que hay que saber es que la confianza se forja en menos de 30 segundos. Pero, lo más crítico es que el 93% de ese impacto se produce por debajo del umbral de la conciencia. Es decir: depende en gran medida de elementos que impactan directamente en el inconsciente del otro, a través del lenguaje corporal (gestos, muecas, miradas, que representan el 55% de la interacción) y de la comunicación paraverbal (entonación, volumen, dicción, que suponen el 38%).
En definitiva, sólo el 7% de la efectividad de nuestra comunicación va a corresponder a lo que realmente decimos. Este dato no es menor, aunque parezca bajo el porcentaje, cuando la comunicación está bien organizada, aumenta la posibilidad de dar en el blanco y alcanzar ese lazo necesario para generar ventas.
¿Cómo organizar nuestra presentación?
Para poder transmitir que el vendedor es confiable y es la persona mejor capacitada para llevar adelante el proyecto, primero es necesario confiar en el producto y en uno mismo. Esta confianza también se transmite en el cuerpo: no hay nada menos fiable ni verosímil que el lenguaje corporal no coincida con lo que se dice. Por lo tanto, aquí van algunas recomendaciones para lograr transmitir la mejor imagen:
Última Actualización: 15/03/2021 18:10